VOY TRANSITANDO POR LA VIDA
La vida es tránsito.
Cuando observamos a nuestro alrededor todo es movimiento.
Cuando creemos que tras un periodo de profundo crecimiento personal ya podemos descansar en la ladera de la montaña, una nueva sacudida nos enseña de que estamos en tránsito y seguimos fluyendo por la vida.
El otro día le decía a una persona muy especial "siento que estoy en transito"..y me respondió "siempre estás en tránsito...no hay principio ni fin".
A un nivel básico, con una observación superficial puedes ser consciente de empezar muchas cosas pero que aún finalizando, no acaban porque enlazan con otras y así sucesivamente.
Puedes observar y recordar hasta donde te lleve tu memoria, como ha sido tu vida y hasta donde te ha llevado hoy en día.
Y en ese tránsito diario, a tí te corresponde encontrar en esta vida, en el aquí y ahora, tu propósito. Hagas lo que hagas es trascendental, todo lo que te rodea puedes verlo desde muchos puntos de vista y así te será devuelto.
Transitando, fluyendo por la vida.
El hacer mío este concepto de transitar me hacer ser más clarividente, más observadora de todo lo que pasa dentro y fuera de mí, pero sin querer controlar sino dejando fluir, descubriendo quien soy hoy.
Esta reflexión en general que estoy compartiendo, que salta el plano de lo físico me hace sentir muy pequeña, pero no por ello insignificante.
Todo es lo que quieras que sea con mayor o menor envergadura, porque nada es perdurable y todo es creación tuya.
En los últimos días he sentido con fuerza los lastres de mis pensamientos negativos y de mis apegos y los resultados no son nada beneficiosos ni para mí ni para quién me rodea.
Hoy tras una meditación he mirado fuera de mi ventana y todo me ha parecido más hermoso..y os puedo asegurar que no ha cambiado nada ahí fuera..y sí está cambiando pero dentro..en casa..todo está perfecto en su imperfecta perfección.
"Fluyendo en el presente eterno" Dokushô Villalba.
Las cosas no son lo que parecen.No olvideis mirar más allá de las apariencias. ¡que más dá que esteis pelando zanahorias en la cocina, tecleando el ordenador, plantando flores o recitando los sutras!. El poder de la práctica espiritual reside en lo que suceda en el interior de vuestra mente, en vuestra actitud interna. Estemos donde estemos, hagamos lo que estemos haciendo, debemos generar una mente sin apegos, una mente sin fijaciones al bien o al mal, a esto o a lo otro. Una mente flexible que fluya de instante en instante, adaptándose como el agua del río a toda circunstancia, creando en toda circunstancia.
Una mente abierta, amplia, tolerante, que permite y acepta a todos los fenómenos y a todas las existencias que aparecen en el campo de la conciencia instante tras instante. Una mente compasiva que mira siempre cada circunstancia como una buena ocasión para generar compasión y empatía.Una mente atenta tanto a la acción exterior como a la acción interior de la propia mente.
Por tanto siento que esta reflexión del maestro zen resume lo que siento que va a ser mi propósito aquí y ahora, mirar todo lo que me rodea más allá, desde una mirada compasiva y llena de amor sin condiciones.
Había perdido mi propósito..mi brújula.
Un abrazo.
Por cierto, mi lunera ya empieza a estar mejor.
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