DESPEDIDAS Y BIENVENIDAS: CAMBIOS INTERNOS

Llevo un tiempo de despedidas.
Despidiendome de personas, de seres de luz, cambiando de trabajo, adelgazando, vaciando mi casa de enseres innecesarios, dando una camada de cuatro gatitos, zanjando historias que aún estaban por zanjar.....
En fin cerrando puertas coincidiendo con final de año.
Y además mi vida da un giro justo el 31 de diciembre, un nuevo reto se presenta ante mí y estoy muy motivada.
Y la experiencia en general está siendo muy positiva y me siento fluir como nunca lo había hecho antes y las emociones están a flor de piel.

Una punzada en el pecho, cuando las despedidas entre personas duelen.

El duelo es parte de las despedidas y miles de emociones se conjugan.

Aún así y como decía un libro que por azar he abierto, esta mañana buscando consuelo: "Abandonarse a la providencia". Todo está bien es parte de nuestro propósito y aprendizaje.
Y añado cierro puertas y al mismo tiempo abro otras a mi paso, nuevos paisajes, nuevas personas en un mismo camino.

Vaciando la taza para volver a llenarla.

Reflexionando creo que todos los días y en múltiples ocasiones nos despedimos y damos la bienvenida consciente o inconsciente.

Somos seres creadores de nuestra realidad, en manos de la providencia.

Ya el hecho de despertar a un nuevo día es una bienvenida y el dormir es una despedida hacia otro nuevo.

LLevo varias semanas observando perpleja bandadas de aves emigrando, volando a lugares más cálidos, nunca había visto tantas y me emociono.

Un beso.